Una imagen grabada sin despedida

Cuando tienes todas las maletas hechas empiezas a hacerte una idea. Miras atrás y piensas lo diferente que pueden llegar a ser dos días: en uno, el primero, aterrizas con varios equipajes y la sensación de que tu vida comienza de nuevo, con ganas de comerte el mundo. Pero no es tan sencillo. Papeleos, asignaturas que no se pueden convalidar, horarios que no cuadran, cómo aprender a cocinar los platos caseros de tu madre (que encima, por mucho que te esmeres, hay algo que no sale igual) pisos no encontrados, gente nueva...todo se hace una bola. Pero ¿qué pasa el último día?

Cuando yo me di cuenta que mi estancia en Santiago de Chile se acababa, ya estaba en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez dispuesta a coger el avión de LAN que me llevaría a casa, al otro lado del charco. Después de pasar el control de pasaportes, donde me pondrían el sello de salida del país, eché la vista atrás y vi a aquella familia que me estaba mirando. Un gesto con la mano fue insuficiente. Abrazos, lloros y palabras de agradecimientos ante aquella "familia adoptiva" que me hizo una estancia inmejorable. ¿Adiós? eso no fue lo que me dijeron, sino: "Te esperamos pronto".

Familia Sciarresi

Esto no es una entrada cualquiera. Tampoco es un diario sobre mi último día. Hoy va dedicado a una de las personas, amiga, que estuvo conmigo durante toda mi intercambio allí. Que me recogió cuando le llamé casi llorando por que habían suspendido las clases, el primer día, que había ido para nada mientras llovía y me estaba mojando. Cuando me presentó a todos sus amigos y a su familia, por los viajes que hicimos juntas, por las comidas de sushi, fajitas o pizzas. O cuando vibramos juntas viendo como Chile ganaba ante Venezuela en el Estadio Nacional de la capital.

El último día con la típica chupalla chilena

Ayer fue su cumpleaños y este post va por ella, recordando ese último día en diciembre de 2013. También hay que hacer mención a que pasó su examen de grado con éxito y ya está a un pasito de acabarlo todo. Para especificar, el examen de grado es un examen de toda la carrera. Dependiendo de la carrera o universidad, realizan o examen o trabajo de fin de grado. La prueba no es muy fácil. Muchos días y horas estudiando para conseguir unos buenos resultados. Un examen que puede durar más de dos horas. Al final, el esfuerzo tiene su recompensa.

Por último, menciono una frase de una película francesa titulada "Bienvenidos al norte" que decía: "en este pueblo se llora dos veces: cuando llegas y cuando te vas". En nuestros caso también es lo mismo. Nunca pensamos que el primer día va a ser lo mejor ni que el último día va a ser muy fácil despedirse. Siempre echamos la lágrima dos veces, porque ha valido la pena.

El último día

VOLANDO VOY

NOTA: La mejor opción de ir al aeropuerto, si no dispones de coche, es el transvip. Por seis "lucas" (se le denomina así coloquialmente a los pesos chilenos) te recogen en la misma puerta de casa a la hora que desees. Otra opción barata son los autobuses que salen desde la parada de metro Los héroes, pero la duración es más larga y solo salen de ese sitio.

Volveremos a contar experiencias y aventuras chilenas durante los próximos días. Diviértete y toma nota con nosotros.