El tiempo pasa sin darte cuenta: vuelves de un intercambio, terminas los estudios universitarios y dejas atrás tu vida de cinco años en lo que lo único que te podía preocupar era la forma de exponer un trabajo en clase o los exámenes finales. En ese momento no lo piensas, solo deseas acabar para abrir otra puerta al mundo laboral.... pero en ese camino te das cuenta de que los libros y la cafetería de la universidad son mucho mejores.
Pero hay que afrontar lo nuevo sonriendo y sin miedo, y sobre todo sin dejar atrás varias cosas como tus amigos o tus aventuras universitarias. Pero también voy a retomar ese blog que tanto aprecio le tuve en mi época de intercambio en Chile. Aquí dejé anécdotas, viajes, curiosidades y sobre todo mi pasión por escribir, contar la información y viajar.
Por eso decido continuar contando aventuras pasadas y publicando nuevas entradas de otra etapa nueva. Aquí comienza de nuevo "Volando voy" para entretener y divertir.
En relación al título voy a empezar con una de las experiencias más emocionantes que he tenido en los últimos tiempos. La idea de montar en una avioneta privada y sobrevolar ciudades y paisajes me pareció tan remota.... hasta que la sorpresa llegó.
Desde el aeropuerto de Berna (a pocos kilómetros de la capital de Suiza y que es fácil llegar a través de AirportBus Bern, que sale cada diez minutos desde el centro de la ciudad y a un precio razonable. Este aeropuerto tiene conexión con más de 30 destinos entre Europa y el Norte de África) pasé todos los controles para coger un vuelo. Pero no me iba fuera del país, sino que iba a sobrevolar los alrededores de Berna.
Montada en una avioneta, este ágil aparato despegó. Paisajes como el Lago de Thun o Los Alpes suizos estaban a nuestros pies.
| La avioneta en el aeropuerto de Berna |
| Vista aérea de los Alpes suizos |
Pero para mi sorpresa y el de los otros tres pasajeros el Matterhorn apareció ante nosotros. Probablemente muchos no conocerán esta montaña, pero si les digo la palabra "Toblerone" algunos ya lo habrán adivinado. Y es que es este pico pertenece a la imagen corporativa de este famoso chocolate suizo. Es la montaña más conocida de Suiza.
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| Gran experiencia alrededor de la montaña del Toblerone |
| El Matterhorn |
Aún se podía ver un par de esquiadores aprovechando los últimos copos de nieve y antes del aterrizaje nos despedimos de la ciudad de Berna y de su casco antiguo cuando volamos por debajo de ella. Si existe la ocasión, este aeropuerto ofrece vuelos como este tanto en avioneta como en helicóptero, para los más valientes.
| Vista aérea de la ciudad de Berna |
Mucho tiempo ha pasado desde la última entrada, pero mejor tarde que nunca. Les espero con más aventuras (europeas y chilenas) más ciudades, historias, costumbres y actualidad por conocer. Porque este no es un blog cualquiera de viajes.
Les espero. Comenzamos.
VOLANDO VOY
*Agradecimientos a la familia Neuenschwander y a Ramón Lock y su familia por haber hecho posible esta aventura inolvidable.

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